lunes, 2 de julio de 2012

Nido

Reconoceré los pasos que preceden mi agonía,
continuaré desojando meses y años.
Me sacudirán lúgubres amaneceres perdidos entre tanto desaliento,
y bien sabré que no es el sol el que se esconde sino mi vida la que se apaga.

2 comentarios:

Wot dijo...

Creo que sos como el fuego vivente, una llama noble y floreciente que da luz y fuerza en la epeza oscuridad de la noche.

Estefanía Verónica Santoro dijo...

Gracias Wot, que lindo que compartas conmigo tu escritura, insisto deberías escribir, me encantó. Te imagino con mucho potencial.