domingo, 17 de mayo de 2015

Sanar

Cuando la escritura se convierte en medicina, podemos surcar los más temible miedos
desahogar interminables penas, curarnos de todo malestar, volvernos transparentes.

Cuando la escritura se vuelve medicina creemos que es posible mutar a mejores formas
alivianarnos, ahondar nuestros sentimientos y sensaciones.

Cuando la escritura se convierte en medicina, los días se vuelven menos complicados
y en las noches no hay lugar para fantasmas.

Redención

Sumergirse en las solemnes aguas del abismo, olvidar la razón por momentos
oir el sentimiento, alcanzarlo, retenerlo y complacerse
conocer otro horizonte, el de la no cordura, el del deseo enajenado
abstraerse, hundirse en el más íntimo de los yoes, eliminando los otros que distraen.

Soltar las emociones aunque resulte complejo 
sentir que no dependemos del espacio, que nada puede afectarnos
alcanzar estados de armonía sin que la conciencia influya en el proceso
¿Cuán difícil puede ser elevarse y alcanzar el pedestal de la felicidad?.